If the embedded video player is not working, view the video of this translation on our YouTube channel: https://youtube.com/live/CJz-QpN-ckQ
Tampa, FL—La primera semana del juicio por libertad de expresión contra el Chairman Omali Yeshitela, Penny Hess y Jesse Nevel dejó a los observadores sacudiendo la cabeza y preguntándose cómo el gobierno ha dedicado 30 agentes del FBI en el transcurso de 3 años, ha realizado redadas militares contra residentes pacíficos de EE.UU., ha ofrecido una recompensa de 10 millones de dólares por obtener información y todavía no tiene caso alguno.
A falta de un solo testigo, la fiscalía no ha presentado ningún conocimiento o prueba real de las acusaciones infundadas del gobierno de que los 3 de Uhuru son «peones secretos de una conspiración del gobierno ruso para sembrar la discordia política e interferir en las elecciones».
El gobierno ha hecho la extravagante acusación de que Omali Yeshitela, Presidente del Partido Socialista del Pueblo Africano, así como dos líderes del componente solidario de la organización, Penny Hess y Jesse Nevel, estaban pagados y bajo el control del gobierno ruso cuando llevaron una petición a la ONU acusando a los EE.UU. de genocidio, testificaron en las audiencias de la ONU para las reparaciones a los pueblos africanos, publicaron un artículo oponiéndose a la prohibición de los atletas rusos en los Juegos Olímpicos, se postularon para cargos públicos en una plataforma de reparaciones y hablaron en contra de la guerra proxy de EE.UU. y la OTAN utilizando a Ucrania contra Rusia.
Los 3 de Uhuru han expresado estas mismas opiniones y han luchado por el derecho de los ciudadanos negros a votar y presentar candidatos en las elecciones durante más de 50 años.
El primer testigo «pericial» del gobierno, un profesor de ciencias políticas de la Universidad de Syracuse, compartió sus opiniones sobre los servicios de inteligencia rusos, pero admitió que no sabe nada sobre el caso de los 3 de Uhuru.
El otro testigo «pericial» de la fiscalía era un consultor y profesor de contrainteligencia y ciberseguridad. La fiscalía hizo referencia a los escritos del testigo en su respuesta a la petición de sobreseimiento de los 3 de Uhuru. Argumentaron que «el término “desinformación” no se refiere a información que sea necesariamente falsa».
En el estrado, el testigo «experto» presentó los conceptos de su libro «Active Measures». Al ser interrogado, confesó que no tenía conocimiento directo del caso 3 de Uhuru.
Una serie de «agentes especiales» del FBI subieron al estrado y ofrecieron un testimonio tedioso sobre cada una de las funciones que tenían asignadas. Describieron fotos de objetos encontrados durante las redadas en los domicilios de los acusados, como libros en una estantería y hojas de papel.
Los observadores del tribunal se mostraron incrédulos cuando un agente especial del FBI subió al estrado y empezó a leer los mismos correos electrónicos y mensajes de WhatsApp que ya habían leído los testigos anteriores. Se les caían los párpados.
Un agente forense digital del FBI describió cómo copiaba y recopilaba datos de documentos incautados, correos electrónicos, cuentas de iCloud y mensajes de Facebook para crear informes resumidos que consistían únicamente en las partes elegidas por sus supervisores. En otras palabras, combinaron fragmentos de información fuera de contexto para fabricar su falsa narrativa.
La fiscalía afirma que el Chairman Omali pasó a estar bajo el empleo y control del gobierno ruso en 2015, cuando viajó a Moscú para hablar en una conferencia organizada por el Movimiento Antiglobalización de Rusia.
En su argumento inicial, el abogado de los 3 de Uhuru, Mutaqee Akbar, había dado la vuelta a esa historia. Recordó al jurado que 2014 fue un año crucial para el auge de los movimientos sociales en Estados Unidos que protestaban contra la violencia policial tras una serie de asesinatos de personas negras a manos de la policía.
El Movimiento Uhuru fue una voz destacada en esas protestas. Recibió muchas ofertas de apoyo, incluso del Movimiento Antiglobalización de Rusia. Así que fue el liderazgo del Movimiento Uhuru el que atrajo el apoyo de todo el país y del mundo. No fueron las órdenes de una ONG rusa las que hicieron que el Movimiento Uhuru realizara el trabajo o expresara las opiniones que había estado haciendo durante más de 60 años.
En la primera semana del juicio también declaró una agente especial del FBI de origen ruso que afirmó que la lectura de los documentos que le entregó su supervisor la convenció de que el jefe del Movimiento Antiglobalización de Rusia (AGMR por sus siglas en inglés), Alexander Ionov, era un activo de la inteligencia rusa. Luego, en el contrainterrogatorio, admitió que no tuvo ningún contacto directo con ningún ciudadano ruso y que no hizo ninguna comprobación independiente de los documentos que leyó.
La fiscalía presentó comunicaciones del presidente de AGMR, Alexander Ionov, en las que se hablaba de la campaña de 2017 de Jesse Nevel para la alcaldía de St Petersburg, Florida. Sin embargo, un agente del FBI en calidad de testigo «perito» admitió que la fiscalía no tiene pruebas de que Nevel trabajara con Ionov en la campaña electoral local ni de que recibiera donaciones para su campaña de ningún ruso.
Según ha explicado el Chairman Omali, aunque los 3 de Uhuru son claramente inocentes según la ley, el gobierno espera que el espectro de «Rusia, Rusia, Rusia» y «Negro, Negro, Negro», influya en el jurado para que se pronuncie basándose en prejuicios y no en hechos. Los 3 de Uhuru esperan que los miembros del jurado se percaten de las invenciones de la fiscalía y decidan preservar las protecciones de la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense a la libertad de expresión y a la opinión disidente.
El juicio continúa el lunes 9 de septiembre con el interrogatorio del último agente del FBI, seguido de otro testigo de la fiscalía. A continuación, los abogados de los 3 de Uhuru comenzarán su defensa y es posible que el caso pase a deliberación del jurado a finales de esta semana.
La causa se está viendo en la sala 17 del Tribunal Federal de Tampa. Es la sala más grande del tribunal. Se ha llenado con los partidarios de los 3 de Uhuru, algunos de ellos ocupando una sala adicional.
Más información en HandsOffUhuru.org